Miel de Rancho Cortesano

Miel de Rancho CortesanoMiel de Rancho CortesanoYa casi todos los que tenemos niños, por lo menos a mí me pasa, estamos cansados de ir a comer a sitios donde hay un parque de bolas,
de esos que entran 1000 niños y poca supervisión.

Había escuchado el nombre de este sitio varias veces en la puerta del colegio de los niños el Rancho Cortesano  pero no habíamos tenido la oportunidad de ir.
Hasta que el 15 de diciembre llamamos y reservamos para hacer la visita al Museo de la Miel, ver las abejas y sembrar ajos en el campo.

Sinceramente no me esperaba una sitio tan bien montado, con muchísimas actividades que hacer y abierto desde temprano para poder desayunar allí,
que por cierto nos comimos una rebaná de campo que era espectacular con aceite y miel, una delicia.

A la llegada ves cantidad de frutas y hortalizas recogidas de sus campos totalmente ecológicos y se nota cuando comes allí que la calidad del producto es 100% natural.

Bueno pues nos pusimos los trajes de apicultor, con algo de trabajo para los niños ya que el la capucha que debemos llegar por seguridad
para las abejas es algo incomodo y de poca sujeción, pero aun así es una pasada cuando ves tantísimas abejas acercándose a nosotros.

Marco y Noelia no le tenía miedo a nada, no paraban de tocar e incluso se atrevieron a echar el humo a las abejas para tranquilizar la colmena.

Cuando acabamos hicimos unas velas hechas por todo lo que nos ofrecen las abejas.

Pero luego había una actividad que era sembrar ajos, y allí fuimos nosotros y algunos familiares mas a enseñarnos como hacerlo.
Mis niños no pararon de hundir ajos en la tierra, para luego tomar una degustación de ajo y mosto en su restaurante.

La comida está muy buena, pero es verdad que yo hecho en falta el chorizo y carnes pero, comes sano, rico y a buen precio.

Por las tardes hicimos figuras de barro, y fuimos a dar de comer a todos los animales que hay en el Rancho Cortesano.

Os aconsejo a todos que paséis por allí, es un lugar con espacios amplios donde te puedes estar tomando un café o una copa y tus niños está correteando por una gran pradera sin miedo a perdidas, las personas que trabajan allí, nos parecen de lo mas amable y serviciales.

La verdad que a nosotros nos a gustado tanto que ya somos clientes que habitualmente vamos o llamamos para reservar.
(hoy están mis padres allí con mis hijos)